google-site-verification: google623215131562befe.html
top of page
Foto del escritorElena Moncada

El Simbolismo de los animales en la joyería.

El hombre es una criatura de máscaras y disfraces.



Los orígenes del simbolismo animal en la joyería.


En la perspectiva mítica, los animales no son una mera aparición instintiva y repetida. En ellos bullen energías sutiles, naturales y poderosas.

En ocasiones el hombre es una criatura de máscaras y disfraces; empero el animal muestra comportamientos unívocos y constantes. Por ende, el simbolismo de esa acción animal se mantiene continuo.

Los orígenes del simbolismo animal están relacionados estrechamente con el totemismo y la zoolatría. Así tenemos, que la ubicación del animal en el espacio o campo simbólico, junto con la situación y actitud en que se muestra, son esenciales para la discriminación de los matices simbólicos. Por ejemplo, el «animal domado» es muy representativo y su significación correspondería a la transposición, que tiene al aparecer en estado salvaje.

El combate entre el caballero y el animal salvaje o fabuloso es un tema muy frecuente en el simbolismo universal; la victoria del hombre puede darse con la muerte o la domesticación y sumisión de la bestia.

Por ejemplo, en la novela El caballero del león, del autor medieval Chrétien de Troyes, el personaje principal es auxiliado por un león. En la leyenda de san Jorge, el dragón subyugado sirve a su sojuzgador. En Occidente, el simbolismo animalístico podría inscribirse con Aristóteles y Plinio; aunque se observa con especificidad en el libro Kysiologus, escrito en la Alejandría del siglo II después de Jesucristo.


Otra importante contribución, una o dos centurias después, fue la de Horus Apollo con sus dos libros de Hyerogliphica, que fue la aplicación del simbolismo egipcio.

De las obras mencionadas surge la tendencia medieval de los bestiarios, que se desarrolló en diversos libros como en los Bestiarios de Filipo de Thaun (1121), Pedro de Picardia, Guillermo deNormandía (siglo XIII); asimismo en De animalibus, atribuido a Alberto Magno; el Libre de les Bésties, de Ramon Llull; y el Bestiaire d'Amour, de Fournival (siglo XIV).


Estos textos coinciden con la perspectiva de los hombres primitivos sobre los animales, expuesto por Schneider; en tanto que el ser humano es un individuo equívoco (enmascarado), el animal es unívoco, posee cualidades positivas o negativas constantes, que permiten asignarlo a una forma inmanente de manifestación cósmica.


De manera general los animales, en la categoría de complejidad y evolución biológica, expresan la jerarquía de los instintos, desde el insecto pasando por el reptil hasta el mamífero.

En algunos relieves asirios y persas se aprecia el triunfo de un animal dominante sobre otro inferior, lo que corresponde invariablemente a un simbolismo análogo.

De la misma forma aparece en la América precolombina, por ejemplo, la lucha del águila contra la serpiente. En otras representaciones, la sujeción del león sobre el toro suele establecer la del día sobre la noche; y, por ende, el de la luz sobre las tinieblas y la victoria del bien sobre el mal.

63 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page